A pesar de que el agua es un líquido esencial en las actividades sociales y económicas, aún existen alrededor de 2.200 millones de personas sin acceso al agua potable, es decir 1 de cada 3 personas, y se estima que 1,4 millones de personas mueren cada año por enfermedades relacionadas a un saneamiento inadecuado.

Este 2022 la ONU propone como foco de atención las aguas subterráneas, unas aguas invisibles cuyos efectos se aprecian en todas partes. Se trata de aguas que se encuentran bajo tierra, en los acuíferos (formaciones de rocas, arenas y gravas que contienen cantidades importantes de agua). Tras alimentar manantiales, ríos, lagos y humedales, las aguas subterráneas finalmente se filtran a los océanos. Su principal fuente de recarga es la lluvia y la nieve que se infiltran en el suelo y pueden extraerse a la superficie por medio de bombas y pozos.

La vida no sería posible sin ellas. La mayoría de las zonas áridas del planeta dependen por completo de este recurso, que suministra una gran proporción del agua que utilizamos para fines de consumo, saneamiento, producción de alimentos y procesos industriales.

Desde GEA brindamos el servicio de cuantificación de Huella de Carbono/Huella Hídrica, es decir medimos la cantidad de agua dulce empleada directa o indirectamente para producir un bien de consumo y gestionamos para mitigar y reducir su impacto negativo

Las aguas subterráneas son decisivas para el buen funcionamiento de los ecosistemas, como los humedales y los ríos.

Es por ello que debemos protegerlas de la sobreexplotación (extraer más agua de la que se recarga con la lluvia y la nieve) y de su contaminación.

Este año, la propuesta para celebrar el Día Internacional del Agua es el estudio, la protección y la utilización de las aguas subterráneas de forma sostenible para sobrevivir al cambio climático y satisfacer las necesidades de una población en constante crecimiento.

Las aguas subterráneas son invisibles, pero sus efectos se aprecian en todas partes.

Casi la totalidad del agua dulce en forma líquida del mundo es agua subterránea, y representa la base del suministro de agua potable, los sistemas de saneamiento, la agricultura, la industria y los ecosistemas.

Lo que hacemos en la superficie repercute bajo tierra. Los únicos productos con los que debemos tratar los suelos deben ser inocuos y biodegradables, y debemos utilizar el agua con la mayor eficiencia posible.

Las aguas subterráneas atraviesan fronteras. Debemos trabajar juntos para gestionar las aguas subterráneas transfronterizas.

No podemos gestionar lo que no medimos. De ahí la necesidad de estudiar, analizar y monitorear exhaustivamente las aguas subterráneas.

 Fuente: CEPAL ONU