Dentro de los servicios de Huella Ambiental que ofrece GEA, se encuentra la cuantificación de la Huella Hídrica de una organización. Se trata de medir el volumen total de agua dulce que se utiliza directamente o indirectamente en la producción de un bien o lo que consume una región, empresa u organización. 

La huella hídrica se puede dividir en tres tipos de indicadores en función de su procedencia:

Los servicios de Huella Hídrica de GEA se focalizan en alcanzar Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) como:

  • Acceso al Agua Potable
  • Accesos a Servicios de Saneamiento e Higiene
  • Calidad de Agua
  • Uso Eficiente de Recursos Hídricos
  • Gestión Integral de Recursos Hídricos
  • Ecosistemas Relacionados con el Agua
  • Creación de Capacidades de Gestión
  • Participación de las Comunidades Locales

El cálculo de Huella Hídrica también evalúa los impactos ambientales sobre el agua a lo largo del ciclo de vida, lo que se conoce como Huella de Agua.

En la Huella de Agua, se evalúan los impactos regionalizados relacionados con el uso consuntivo y con el uso degradativo del agua.

Como principal diferencia entre la Huella Hídrica y la Huella de Agua podemos destacar que la metodología de la primera ofrece una visión con un enfoque volumétrico mientras que la Huela de Agua ofrece un enfoque de impacto ambiental.

Gestión del agua e impactos del ciclo de vida

GEA ofrece una metodología para identificar puntos críticos en la producción, vinculados al consumo de agua. Para lograrlo se estudian y profundizan en detalle los proyectos, tanto en el alcance como en el cálculo y la evaluación, de forma que se pueda determinar exactamente dónde y cuándo la Huella Hídrica tiene los mayores impactos locales a nivel ambiental, social y económico.

Por su parte la Huella de Agua es un indicador o grupo de indicadores que cuantifica/n los impactos ambientales potenciales relacionados con el agua en Ciclo de Vida, ocasionados por un producto, un proceso o una organización. Uno de los indicadores, es el uso de agua dulce (Huella Hídrica).

Otros impactos pueden ser la acidificación del agua, la eutrofización o la toxicidad de ciertos vertidos, por ejemplo.