Cada 1 de noviembre por decisión de las Naciones Unidas se celebra el Día Mundial de la Ecología, una efeméride muy significativa que trata de concienciar y sensibilizar a las personas acerca de la necesidad de conservar el ambiente y fomentar la práctica de acciones ecológicas que contribuyan a la biodiversidad del planeta.

Con la celebración de este día mundial se rinde homenaje a la Ecología como disciplina científica, y se reconoce la labor de los ecólogos.

¿Qué es la Ecología?

La Ecología es una rama de la Biología que estudia las relaciones entre los seres vivos y el entorno que los rodea, esto depende de los elementos que componen el entorno y de los diferentes agentes que intervienen en su estudio.

Uno de los servicios que prestamos desde GEA, alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, es el de Biodiversidad que incluye la Restauración Ecológica, un proceso que nos permite intervenir activamente en la recuperación de un ecosistema que ha sido dañado o destruido por acción directa o indirecta del hombre. Nuestro objetivo es que los ecosistemas restaurados vuelvan a ser resilientes y autosustentables con respecto a su estructura, composición de especies y propiedades funcionales y contribuir a la vida sostenible.

El origen de la ecología no es nuevo. Si bien es cierto que hemos estado experimentando un auge en el uso de este concepto durante los últimos años. Sin embargo, este es un término que proviene del siglo XIX. Ya que fue inventado en 1866 por el biólogo alemán Ernst Haeckel. Y no es casualidad que su nacimiento coincida con el comienzo de la revolución industrial.

El repentino desarrollo de nuestras sociedades ya planteaba interrogantes sobre la sostenibilidad de este nuevo modelo. Con el concepto de ecología, la comunidad científica comenzó, ya en el siglo XIX, a cuestionar la habitabilidad de nuestro planeta. Tomando en cuenta para ello los parámetros que derivasen de la revolución industrial.

Un término puramente científico, con el tiempo se convirtió en una palabra que hoy conoce y emplea la gran mayoría gracias a las preocupaciones sociales que surgieron durante las cumbres de la ONU en Estocolmo y la de Río en 1992. Sin embargo, no nos alcanza con conocer y emplear el término, es necesario y fundamental que actuemos de manera favorable a la preservación de los ecosistemas.