Durante un lapso de siete meses viverizamos y preparamos un ensamble de especies nativas herbáceas, subarbustivas y arbustivas correspondientes con la comunidad de contacto del sitio a intervenir.

El trabajo busca recuperar un parche de 85 m 2 con vegetación autóctona, orientando el proceso a restablecer interacciones ecológicas que podrían resultar benéficas para el ecosistema del viñedo.

A partir de este puntapié inicial, comienza el proceso de mediciones proyectadas hasta el año 2024. Una vez culminadas las mismas, podremos publicar los resultados de la intervención y evaluar la implementación de las técnicas y especies utilizadas a mayor escala.